[...] y entonces a la hora de la comida, caminando hacia el carro para ir a casa de doña Martha, le llamo para pasar el tiempo mientras llego a mi carrito y en eso para cruzar la calle un señor maduro y guapo me da el paso y se lo digo al que está en la otra línea del teléfono y me responde:
─¿Qué traes puesto, falda?
─ No, pantalón.
─ Ah... ¿llevas escote?
─ No, tampoco.
─ Ah, entonces solamente es que todavía hay gente buena en este planeta.
Sin comentarios.....
martes, marzo 02, 2010
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