Fue ayer, platicando contigo, nena querida, que pude darme cuenta que era el duelo por lo que estaba pasando.
Me negué a dejarlo y a alejarme de la realidad, me encabroné hasta más no poder, me culpé y lo culpé y me volví a culpar, me dolió un chingo, la tristeza no cesaba en mi y mucho menos ese vacío, la soledad.
Fue hasta ayer que me di cuenta de todo: estaba en duelo.
Ahora me siento aliviada y lo estoy aceptando, ya hasta estoy empezando a reorganizar mis proyectos de vida.
Ahora me siento mejor, era sólo el duelo.
Sí nena, pronto me reconciliaré con mi imagen....
No hay comentarios.:
Publicar un comentario