Hacía días que mi ánimo no estaba del todo bien, quizás sólo serían síntomas premenstruales, quizás, sólo era el frío, y sí, siempre atribuyo mucho de mis malestares físicos y emocionales al frío. Estos días han estado rico, de esos frescos y con el sol sonriendo.
Hoy venía de camino al trabajo y venía pensando lo que alguna vez me comentó la señorita ExQ, que no es que necesite compañía para estar bien, yo necesito estar bien conmigo misma. Sí tiene razón, pero no completa. Estas últimas semanas me alivianó mucho el Mauri, quien ha estado a mi lado, haciéndome sentir bien. Me pasó por la cabeza que su rápido interés en mi esté cesando, en realidad eso pasó por mi cabeza porque la realidad es que no, es un muy buen tipo y me imaginé que dejaba de verlo y la verdad es que esa idea no me perturbó, creo que en realidad he estado sanando, lo creo y lo siento.
Seguía caminando al trabajo, feliz, tanto que hasta decidí bolearme las botas, que desde hace tres años que las compré, nunca las había boleado... eso creo. Este acto fue de orgullo para mi y más para Betunia, quien es esclava y obsesiva por la limpieza y más de tener siempre limpios sus zapatos. Le mostré mis botas limpias y boleadas y estuvo orgullosa de mi.
Estuve platicando un rato con ella y también con mi hermana por el msn del google, hasta que mi hermana me dio una noticia que me estuvo a punto de ponerme en shock, sin embargo una noticia que debió haberse dado hace ya muchos años: mi abuelita la metieron a un asilo.
Es la persona más necia que he conocido, más que mi mamá, Renata y yo misma juntas. Ella siempre decía que si la llegaban a sacar de su casa sería de "patas pa'l frente", es decir, muerta, pero pues no ocurrió así. Mi hermana me contó más o menos lo ocurrido, no terminó por decirme, sólo cosas muy denigrantes y humillantes como ser humano, y más por la mierda de vecina saqueadora que tiene mi abuela, una tipa que hasta literlmente sin calzones la dejó, mi abuela está muy mal, sin embargo estoy segura que mejor cuidada. Necia y más necia esa señora, a veces me da pena, porque ella misma se deja morir, prefirió escoger llevar una vida con amargura más que plena, dejó de luchar y prefirió dejar de ser vista y visitada, aunque hay que reconocer que nunca le faltaron visitas de sus hijos y no se diga de sus nietos, en especial los mayores. Yo soy de las menores. Por lo tanto, no la frecuentaba, en especial por mi reciente divorcio, sería la principal en divulgar la noticia a esas malas personas cizañosas, curiosas y metiches que tengo por familia.
Me da pena el caso, sí lo resiento, pero más por mi papá, de quien estoy segura que tiene miedo a que nos portemos distantes e indiferentes con él cuando llegue a su vejez, como nos portamos con mi abuela, pero no tiene de qué temer, porque él siempre ha sido buen padre y bondadoso con nostros, amoroso a su forma, no creo llegar a portarme ojete con él, ni tampoco lo creo de mis hermanos.
Creo que mi abuela se dejará morir en alguno de los próximos dos años.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario