Hace tiempo que estaba preocupada: mis orgasmos habían desaparecido.
Por más que lo intentaba, fracasaba.
Ahora ya no quiero coger, ahora sólo se me enchina la piel el desear hacer el amor...
Alguien debe de ser el culpable y el responsable: mis orgasmos están de vuelta... aún y aunque sólo siga utilizando al señor conejo.
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