Como disque historiadora que soy o más bien, prefiero nombrarme licenciada en historia, (porque en realidad no he publicado nada por lo que no me siento historiadora) aprendí de la escuela, de compañeros, de encuentros, de los libros, de revistas, de la tele y demás medios, que la historia tiende a repetirse, lo que es un gran error, ya que la historia en sí nunca se repite. Cuando hay ciertos factores que promuevan un movimiento, otra historia puede repetir ciertos patrones y es ahí cuando disque el historiador debe entrar al quite a decir "¡aguas! hay peligro" o "la están cagando" por que es muy circunstancial prevenirlo.
Bueno, quizás la historia también pueda servirme para manejar mi vida personal, ya que veo ciertos elementos del saltillense en leías. Y no es que quiera volver a repetir la misma historia... si pendeja no estoy. Es cierto que mucho del saltillense me atrapa y llena algunos de esos huequitos. Amé a leías, eso es muy cierto y no me voy a deslindar jamás de él de un sentimiento, porque como me dijo papá Charly una vez, "cuando conoces a una persona jamás te podrás dejar de sentir algo, las energías cambian, quizás del amor al odio, o a la indiferencia, o a un sentir amistoso, pero nunca dejarás de sentir algo hacia esa persona". Y sí, lo repito para mi, amé mucho a leías y ya al fin estoy terminand0 de quitarme esas telarañas que quedaban de los rezagos. Creo que cerré otro pequeño círculo esta última vez que fui a Guadalajara y me deshice del souvenir que le había traído de NY. Me sentí más relax y sin resaca.
De toda esa historia que tuve con leías, aprendí muchísimo y creo que tengo aún mucho por aprender. Ahora que he aprendido algo, lo he estado poniendo en marcha: aunque yo no lo crea, me estoy yendo despacio con el saltillense, porque quiero cuidar lo que pueda surgir de ahí.
De mi historia aprendí que me gustan los tipos oscuros pero con luz, ¿ah cabrón?!, ¿cómo es eso?!, pues sí, sí se puede: tienen su alma llena de melancolía pero con una luz y energía increíble con unas ganas de ser vista y valorada.
Me doy cuenta que sí, en realidad me siento mejor con gente opuesta a mi, que son esas personas que llenan esas partes insatisfechas de mi persona, que con la gente que es igual o peor que yo, ya está más que claro el ejemplo del hombre de los 110 kilos.
Desde que el saltillense me empezó a gustar, preferí no clavarme para no sufrir, pero sí, me di cuenta que en realidad había algo en él que me removía lo que quedaba de mi.
La historia con leías empezó hace 6 años, la noche del 1 de noviembre. No se qué tanta historia pueda surgir ahora con el saltillense, 6 años y un día después de que aquella otra historia empezó.
Es por ello y muchos otros factores que me recuerda que "la historia tiende a repetirse", de ser así o de una manera similar, ya me se el camino, las piedras, piedritas y riscos que pueda encontrarme. Ahora sí, me sirve esa perspectiva de la "historiadora".
Regina al fin conocerá hoy la cuna de la inmundicia, rincón de pasiones, emociones y quizás unas que otras perversiones. Qué bonito verso sin esfuerzo.
Bueno, quizás la historia también pueda servirme para manejar mi vida personal, ya que veo ciertos elementos del saltillense en leías. Y no es que quiera volver a repetir la misma historia... si pendeja no estoy. Es cierto que mucho del saltillense me atrapa y llena algunos de esos huequitos. Amé a leías, eso es muy cierto y no me voy a deslindar jamás de él de un sentimiento, porque como me dijo papá Charly una vez, "cuando conoces a una persona jamás te podrás dejar de sentir algo, las energías cambian, quizás del amor al odio, o a la indiferencia, o a un sentir amistoso, pero nunca dejarás de sentir algo hacia esa persona". Y sí, lo repito para mi, amé mucho a leías y ya al fin estoy terminand0 de quitarme esas telarañas que quedaban de los rezagos. Creo que cerré otro pequeño círculo esta última vez que fui a Guadalajara y me deshice del souvenir que le había traído de NY. Me sentí más relax y sin resaca.
De toda esa historia que tuve con leías, aprendí muchísimo y creo que tengo aún mucho por aprender. Ahora que he aprendido algo, lo he estado poniendo en marcha: aunque yo no lo crea, me estoy yendo despacio con el saltillense, porque quiero cuidar lo que pueda surgir de ahí.
De mi historia aprendí que me gustan los tipos oscuros pero con luz, ¿ah cabrón?!, ¿cómo es eso?!, pues sí, sí se puede: tienen su alma llena de melancolía pero con una luz y energía increíble con unas ganas de ser vista y valorada.
Me doy cuenta que sí, en realidad me siento mejor con gente opuesta a mi, que son esas personas que llenan esas partes insatisfechas de mi persona, que con la gente que es igual o peor que yo, ya está más que claro el ejemplo del hombre de los 110 kilos.
Desde que el saltillense me empezó a gustar, preferí no clavarme para no sufrir, pero sí, me di cuenta que en realidad había algo en él que me removía lo que quedaba de mi.
La historia con leías empezó hace 6 años, la noche del 1 de noviembre. No se qué tanta historia pueda surgir ahora con el saltillense, 6 años y un día después de que aquella otra historia empezó.
Es por ello y muchos otros factores que me recuerda que "la historia tiende a repetirse", de ser así o de una manera similar, ya me se el camino, las piedras, piedritas y riscos que pueda encontrarme. Ahora sí, me sirve esa perspectiva de la "historiadora".
Regina al fin conocerá hoy la cuna de la inmundicia, rincón de pasiones, emociones y quizás unas que otras perversiones. Qué bonito verso sin esfuerzo.
Calaveras y diablitos, buena rola que escuché y vi el video en la madrugada de insonmnio... buena rola para el día y emociones....
No hay comentarios.:
Publicar un comentario