"Bájale... que se te amarilla el pan".... yo más bien soy como el Chapulín Colorado, que como digo una cosa digo otra, siempre cambiando las frases que una escucha y esta se la escuché hace mucho de la Rebecka, quien a su vez la aprendió de su abuelita (alter ego de doña Martha).
Y eso fue lo que tuvo que pasar, la raya traía los huevos muy arriba, claro, de una manera metafórica y pues andaba muy subidito de tono.
Esta es de las veces en que estoy orgullosa de mi, de decir no más que la verdad. La raya estaba condicionado conmigo a que yo siempre he sido muy sumisa con él, ya que en cierta forma me intimida, por él ser la autoridad, porque es de las personas de las que tienen un pensamiento que si te pregunta algo y si tú le respondes dentro del margen de la "racionalidad", el tipo lo puede tomar como una ofensa y sí, me tuve que arriesgar por primera vez. Y por esta vez, dio resultado.
El respeto se gana, pero él lo estuvo perdiendo a pulso.
Al final del día, la raya se portó de una manera muy sutilita conmigo, hasta me dio un fuerte abrazo al despedirse.... ¿qué le cuesta?....
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