Encuentros con amigos de la primaria y de la secundaria. Son divertidos. Son guapos, huelen rico y no me atraen. Me gusta que me consientan, aún y aunque sea su amiga, me invitan al cine, se desviven por atenderme, me abren caballerosamente la puerta y lo mejor es que me convidan de alimento (con la comida siempre me llegan) y en otros casos con cerveza. Lo primero que me dicen cuando los vuelvo a ver después de tanto años es "estás igualita", claro, la familia tiene un retrato como de Dorian Grey. Deberían de decir "te ves mejor", sé que es halagador. Mi ego crece. Me ayudan. Los quiero. Son lindos. Me caen bien. Siempre me llevé mejor con los vatos, algunas de las ex compañeritas eran bien apretadas, estaban bien pinches feas, se creían bien buenas y lo peor del caso es que eran bien ojeis. Pocas son las recuperables. Me quedo con ellos.