lunes, junio 15, 2009

Allá su karma

Creí que todo iba de maravilla, llegué a mi casa vi un buen lugar para estacionarme y lo hice, sin embargo quise ser considerada y sensata y dejé un espacio libre delante de mi. Más tarde, al salir a rescatar a mis florecitas recién plantadas y achicharradas por el sol, se me cerró la puerta, por suerte la del frente había quedado abierta. La pelos me hacía escándalo porque me trepé a la barda para subirme al techo, después de un buen rato para pensarlo, me decidí a subirme... era como un gato viejo, supe subirme pero ya no bajarme, por lo que esperé a que llegara al vecino para pedirle auxilio y como siempre, me rescató. 

Me estaba duchando justo para irme a mi clase de yoga cuando el otro vecino me llama para decirme que la grúa se llevaría mi carro, de nuevo le pedí al vecino que bajara a moverlo porque yo estaba en pelotas.... bajo y en efecto, el tránsito mamón ya había ganchado mi carro para llevarlo sin embargo no lo había subido, porque esperaba una "dulce negociación" de mi parte, pero como llegué reclamando, se puso más mamón y ordenó al tipo subir mi carro de inmediato... el vato sólo quería lana (porque en todo caso pude haberle dicho que se llevara toooodos los carros estacionados del lado derecho, eso está prohibido dado un sólo sentido, según el reglamento de tránsito).... es lo que hacen a últimas fechas dado que ya no hay lana que generaban los parquímetros. Sí, eso era lo que esperaba el oficial, se lo dijo al amigo del vecino.... yo la verdad como no estaba en mí no pude pensar.... ni recordarle al tránsito de las consecuencias del dinero mal habido.... yo soltaré y sonreiré, porque la vida y el universo me van a saber recompensar.

A pagar, se ha dicho....

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