viernes, agosto 28, 2009

Ex tostoneros

Anoche fue la segunda reunión de la generación de la secu. A la primera no quise asistir, ya que no me era interesante. Después G, H y A acordamos que iríamos a la siguiente, pero sólo asistió el Guayabo.

Pasé por Mónica, a la mera hora sí nos acompañaría Julien, aproveché para conocer a Adrien, un torito.... Después pasamos por Chaguito.

En el estacionamiento de grava, me atasqué, todo por hacerle caso a que me estacionara "allá", me recordó como aquella ocasión nos atascamos en la arena de Tuxpan, ¡horror! Pero con fuerza masculina salimos librado y Chago un tanto sucio.

Era un restaurante, un lugar algo incómodo para cotorrear. Llegué y saludé a todos; lo bizarro, es que había una tipa a la que nadie conocía y ni siquiera por nombre, hasta ella lo reconoció, sepa la madre. Me senté a lado de los últimos que saludé, Cepi, quien me tenía doblada de la risa, ese vato la mueve, también el Gilillo, pero creo que estaba un poco enfermo por lo que se veía algo desanimado. Fueron llegando los demás y ya no cabíamos así que decidimos irnos a otro lugar más relax donde se pudiera circular.

El otro bar estaba cerca, así que caminamos hasta llegar ahí. Estuvo mucho mejor. Cepi me traía de bajada, pero no hay pedo, se le perdona. La regué con unos cuantos, por ejemplo como con AO que le pregunté "y ¿en qué grupo estabas?" a lo que me responde, "en el 18, ¡contigo!". Plop! Ese tipo como que siempre había capturado mi atención, es morenito guapo, pero nunca cotorrié con él.

Vi a Luegosluegos y la noticia fue que se había casado hace un mes, me dio mucho gusto. Me reencontré con Daniel y Arturito; Liz no apareció. Loncho llegó y yo preguintándome a lo lejos "¿y ese colado qué anda haciendo aquí?" hasta que se acercó a mi para saludarme lo reconocí y hasta exclamé ¡Loncho! Válgame, lo recuerdo cuando era todo un palito y orejón, ahora llegó muy blanco cual Emmanuel actual casi cantando "La séptima luna".

Fueron muchos, muchas, a quienes vi, a quienes unos me importaban y a quienes otros dos. Cepi se acordó de mi pasado de bastonera. AO también y no me bajó de carro preguntándome buena parte de la noche "¿y tu faldita de bastonera?....Deberías ponértela" y mis respuestas siempre fueron "ah qué perversito me saliste".

Como siempre, consentida, mientras AO y yo pedíamos una cubeta, mitad Indio y mitad XX, Chaguito ya había cubierto esa necesidad de la señorita, por lo que tuve que beberme todas esas. Al final que AO ya se iba se me olvidaba pagarle a lo que muy gentilmente dijo que me las invitaba.... gracias a los dos!

Fue una buena noche, divertida creo yo. La verdad ni quise ver el reloj, y en realidad ya no traía mi cel, ya se lo había dado a Chago para que lo arreglara y no se me olvidara entregárselo. En fin, fuimos a dejar a este caballero cuando su vieja (amiga de su hermana) ya lo esperaba en casa, "¿tan tardeeeee?", le reclamo. Él me dice que no hay pedo, que ella ya está advertida que yo voy dentro del paquete, que yo soy la ley.... ¡exacto, como debe de ser!

Una vez que había dejado a Moni en la puerta de su casa, dirigiéndome a la mía, justo al cruzar la última calle que me llevaría a mi destino, se cruza delante de mi una patrulla de tránsito, a lo que suspiro que qué bueno ya estaba en casa, sin embargo cuando llego borracha a la casa he de confesarlo que no estoy apta ni soy diestra en estacionarme, pierdo todas esas bellas cualidades, así que al tratar de estacionarme por segunda ocasión, veo por el retrovisor que esa patrulla evidentemente se había dado la vuelta y se había estacionado en medio de la calle con las luces apagadas obervándome, lo que sí me dio ñáñaras.... seguramente al ver a una mujer estacionándose para ellos era signo de "es mujer, está idiota y no sabe estacionarse" cuando en realidad sí venía ebria. Sin embargo me dejó otra espinita, no me gustó nada que me observaran, sobre todo porque en esta insegura ciudad ya no se puede confiar ni en la policía.....

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