miércoles, septiembre 15, 2010

El día D

Ahora sí, ha llegado el día D, de el puto bicentenario y sus festejos, el día de las sospechas de ataque al pueblo durante los festejos. Yo creo no puede ser peor (o bueno...., no lo sé), lo que sí es que es mejor estar prevenidos y en calidad de protección. Un helicóptero fue el que me dio los buenos días y ese es una de las confirmaciones que sólo hay que estar prevenidos, no es que sea paranoia, pero pues es lo que la situación de la ciudad y del país nos ha estado orillando.

Muchos festejarán, yo me abstengo porque en mi experiencia y racionalidad no tengo nada qué festejar, sólo me dieron repentinamente el día libre hoy dado que por seguridad y protección cerrarán las puertas del edificio y pues sí, lo entiendo.

Mañana será la boda de Sierra y madame Polly está invitada a tan elegante evento; el viernes tendré que ir a trabajar aún y desvelada, con rímel corrido y la pestaña cayendo.

Hoy, sólo toca observar, protegerse y obedecer las señales del universo.

Otro helicóptero acaba de pasar.

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