domingo, octubre 03, 2010

De las ñoñas y ñoñerías

Cuando platico con Juanito me caigo de la silla de la risa cada vez que le dice a alguien ñoño. Cuando no quiero acceder a algo por mis principios me pueden decir ñoña y me da muchísima risa. Pero más risa me da cuando una amiga le dice a una ciber amiga suya que es una ñoña; aunque más que su ñoñería me da aún más risa que todo lo que su marido le dice, se lo cree, ella no se cuestiona nada y cuando lo hace prefiere evadirlo porque ella decidió que se es más feliz viviendo en la ignorancia; y todavía me da más risa cuando de alguna manera esa ñoña trata de desprestigiar a alguien que no conoce sólo porque confía ciegamente en la palabra de otro alguien aunque la cronología, lo más obvio y lo elocuente no le chequen; qué risa me da cuando no le cuentan las historias completas y de ahí la ñoña se ofenda en saber sólo una pequeña parte de esa historia y hasta la hagan suya y eso sí, me da aún más risa lo que no sabe la ñoña es que cuando informa para el otro lado sólo le da más armas involuntariamente para que pueda desprestigiar, como dirían, le sale el tiro por la culata.

Me da risa que me diga ñoña sólo porque la otra ñoña no sabe que se refiera a ella.

Me da risa cuando un ñoño ve a Bob Esponja y dice que es la mejor aportación a este planeta, desprestigia los moteles porque "se va ahí a coger" aunque el ñoño fornique en su casa.

Me da risa que como me dijo una amiga, "el aguado de tu ex tu marido te dejó porque se te quitó lo ñoña y se fue a conseguir una esposa tan ñoña como él".

Ñoño.... era el nombre de uno de los personajes del Chavo del 8.

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