viernes, diciembre 31, 2010

Bizarreces y más del 2010

Malamente, no supimos decretar bien este año 2010, año caótico, agresivo del que fuimos víctimas de nuestra propias pendejadas de "las reglas cambian". Y así fue, las reglas cambiaron tanto, no fui la única que las sufrió, también los de a mi alrededor. Fue un año de bizarreces y todo aquello que jamás creí que me y nos fuera a pasar.

Según Ana, nuestra bruja de cabecera, nos dijo que los tres primeros meses son los más delicados, desde cuando hay embarazo, parto y hasta cuando se cumple un año más: por eso se dicen de los primeros tres meses de embarazo que son los más delicados o los más riegosos; por eso del recién nacido, sus primeros 3 meses son los más frágiles, así cuando uno cumple años, los tres siguientes son los más difíciles, porque es el cambio de energías que se están acomodando.

Así, marzo, el tercer mes de nuestro calendario, en el día 8, sí, el octavo día en el que se supone que Dios descansó, fue cuando se dio inicio a mi tragedia, a mi mala racha, a mi cara desencajada, a como se le quiera llamar, fue cuando al regresar a casa, el peor de mis temores sucedió: ella, la peluda, el amor de mis amores, lo más importante que tenía en ese momento en mi vida, ya no estaba; la prófuga se había fugado, sí, en busca de su mamá, una noche lluviosa, rara, en la que al fin el clima empezaba a ceder al clima que corresponde a ese mes. Fue de las peores pesadillas que he vivido. Después de eso, tuve un sin fin de sueños con ella. Tuve más lágrimas y más dolor que todos los hombres juntos de esta vida me han hecho llorar. Ni modo, tengo que hacerme responsable de mis acciones: no ponerle el collar y ser condescendiente con ella de no hacerle sufrir.

Abril, agresiones a mi carrito y como cliente del seguro. El ladrón me hizo un favor al llevarse de la cajuela un dvd descompuesto que no tenía ni puta idea de qué hacer con eso.

Mayo, después de tanta pinche felicidad por celebrar mi cumpleaños y de despertar al día siguiente y sólo ver a la nada, suspirar y decir "ay l..., qué fiesta", dos veces, fui objeto de otra agresión a mi intimidad, a una violación de espacio, entrando a mi casa robándose mis más útiles y caras pertenencias así como una de R.

Junio, shock total. Perdóname, fue un accidente que seguramente así tenía que suceder.

Julio, un pendejo me cela en un viaje mientras no sabía que pudiera terminar enamorándome de aquel que conocí hace ya años atrás.

Agosto, "no choqué, me chocaaaaaaron" y huyeron. Putos.
Septiembre, sano, la consciencia y la química despiertan.
Octubre, abro los ojos, aclaro razones, hay amor.
Noviembre, me puteo la pata.
Diciembre....una sorpresa por venir.


De las bizarreces que me lleguen a la cabeza sin ponerles fechas:
La hija se muda a Playa del C.
Ando con un niño, por primera vez, años menor que yo.
Me proponen matrimonio.
Tita se deschonga.
Aprendo a tejer.
La peluda se sale a buscarme sin avisar y sin dejar piedras para su regreso.
El clima no corresponde a las fechas.
Alex vino y nos chingó.
La ciudad cae día con día.
J y M se hacen novios.
Me hago amiga de JM
Agrego el café a mi dieta sin que me haga daño.
Soy blanco de robo de extraños y de "amigos"
Sierra se casa.
Las maridas terminaron.
Mis novios terminaron pero después volvieron.
Mi esposo al fin encuentra novia.
Camilo y Milo mueren (R dice que se van de 3 en 3, aunque la peluda sólo en ese entonces se fue)
Me puteo el pie y ando en muletas y al concierto en silla de ruedas.
Me enamoro de una manera distinta.
Viajar por primera vez sin ella y con mis dos hombres consentidos.
Quedarme en la ciudad para año nuevo y pasarla sin ella.

No, en definitiva este año no fue normal, ni para mi ni para muchos otros.

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