El domingo en la noche, ya cuando había regresado a casa, platiqué de nuevo con él, entre otras cosas le dije unas cuántas que había pensado hacer o decir a
doña y a
don: la verdad, que yo no llevaría a alguien hasta saber que realmente habría un compromiso con esa persona.... le traté de explicar lo demás y el muy cabroncito sólo se estaba divirtiendo escuchándome cómo yo me limitaba en mis palabras, los nervios, haciéndome bolas hasta que decidió decirme "en verdad estoy disfrutando cómo te enredas para hablar y cómo estás toda nerviosa, yo voy a ir a hablar con tus papás, tú no tienes que hacer nada al respecto, yo soy el hombre y lo voy a hacer, aclararles todas las dudas que puedan tener al respecto se las digo ahí, no tienes que hacer absolutamente nada".... eso me recordó aunque no quisiera a un personaje de mi pasado, en general mucho de lo opuesto, pura jotería lo que en esa vez demostraba, en fin, no se si el paso del tiempo afecte, no lo se y me vale madres.
Me gustó cómo le sigue gustando y disfrutando el papel de ser hombre, eso lo admiro mucho. En verdad amo a mi hombre.
Lo se, como diría Betunia, somos unos ñoños asquerosos, lo bueno es que únicamente a solas nos demostramos nuestra ñoñería y cursilería. Nuestras exhibiciones son de otra índole, já!
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