La comida post navideña no la pude tomar, los sabores se intensificaron cabrón. El recalentado no me supo muy bien y lo tiré como casi casi instintivo. Comí muchas aceitunas e inmediatamente después recordé lo que me había dicho Josefina, que estaba baja de calcio (claro, mi leche "especial" se me había terminado desde que traía mi pata chueca) y después recordé a la señora de la tienda cuando compré las aceitunas "son muy buenas para los huesos, contienen calcio". El cuerpo es sabio.
Mmmm, sí, lamentablemente tomé algo de alcohol casi diario, al cumplir los antojos de la otra mamá, brownie con cheve, ceviche y más cheve, claro, las dosis eran bajas o eso trataba de hacer yo, lo reducía a 2 copas y luego en tres ocasiones tiré la cheve, ¿acaso habría sido alguna señal?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario