Nuevamente llego con el bolero a que limpie mis botas antes ver a R porque no quisiera que me encontrara con las botas sucias. El señor me cataloga nuevamente de acuerdo al género que pertenezco y me ofrece una TVynovelas mientras bolea mi calzado. Hojeo la revista y leo sin prestar atención los encabezados de los chismes de los famosos que en su mayoría viven en México: la piñata de la hijastra de Ana Bárbara, el cumpleaños de Chente Fernández y las fotos en que sus hijos o parientes lo felicitaban besándolo en la boca (vaya manera de felicitarlo), que más que chismes es entrometerse en la vida cotidiana de la farándula del espectaculo. Sin embargo ese asunto de la boleada se me hace un momento muy relajante del cual disfruto mucho por lo que me provoca un pequeño placer.
Otro pequeño placer es el saber que aún fabrican uno de mis dulces favoritos que comía cuando era niña y ahora está mejorado y aumentado, ya que vienen los tres sabores y dos palitos de dulce en una misma tira. Ese lo vi en la pulga río mientras iba con R buscando unos zapatos que combinaran con su traje para la boda playera, no me resistí en comprarlo. Ahora estoy más que disfrutando de este placercito.
Qué bonito es recordar y vivirlo al mismo tiempo.
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