Sábado de cocinera y de amiga.
Hacía mucho que no me portaba como una ama de casa cocinando las tres comidas del día y así sucedió el sábado. Primero, hot cakes para Salomé, quien con urgencia me contactó el viernes pidiéndome auxilio emocional, se me hizo muy chido que alguien como ella, toda tímida y un poco uraña haya pensado en en mi, haya solicitado de mi confianza y lo mejor de todo, que me haya escuchado, de paso, yo también me escuché. Se desclosotó, aunque alguna vez lo intuí pero no le di importancia, al fin y al cabo no es un asunto que me deba de incumbir. Fue chido escucharla, saber al fin qué había tras esa mujer un tanto enigmática y risueña a la vez. ¡Siempre quise tener una amiga lesbiana!
Pasadas de las 3 de la tarde, ya hacía hambreeeeeeeeee . El niño Dago fue al fin a arreglar el mugrero que me había hecho con la instalación del clima. Yo tenía hambre y él también. Lo mínimo que podía hacer era ofrecerle de comer, menú: pechugas de pollo a la crema con chipotle y puré de papa.
Mi nena con doña Pelos, esta última sale hermosa a los pies de su madrastra.
Más tarde, para la cena, mi nena llegó y con ella fui a comprar lo necesario para cumplir con "la pizza prometida", aquella que prometí después de una que hice en pleno invierno, esa que jamás leudó por hacer frío, siendo que se necesita el ingrediente del calor ambiental para que la vevadura levante. Fue como reanudar ese listón para hacer el moño, fue volvernos a reír y pendejear, como si esto último no se nos diera. Volver a hablar en el mismo lenguaje, entendernos no se nos dificulta, como otras amigas, me encanta escucharla y sobre todo oírle su muletilla "sa(be)z cómo?". Volvimos a intimar secretos y pesadumbres. Nos desahogamos de las desventuras que nos hace pasar la hija, que más bien son frustraciones por negarse a que la ayudemos. Chiqui'a, quiero más de esas noches, pero que no nos nockee ningún pinche vino español regalado.
Ahora la masa sí laudó.
Doña Pelos no dejaba de saborearse.
Ella rallando el queso.
Voalá! la pizza de portobello estaba lista para comerse!!
Le contaba al niño Dago lo feliz que me sentí al volver a pasarla contigo, quiero disfrtuar más veladas con una margarita del chili's o unas simples cheves, en parte fue bueno ese distanciamiento como un descanso para ambas, casi casi como un momento para reflexionar de nuestras vidas, aunque se lea muy ñoño, en verdad es así.
Está en lista el pay de manzana de la receta de la abuela. Podríamos añadir una noche de crepas y aquella fiesta de camarones que nunca hicimos. Como siempre una buena comida para una buena charla y compañía.
Definitivamente somos unas "tragonas egoístas"!!!
1 comentario:
como anillo al dedo nos quedó eso de "tragonas egoístas"
Sí, tienes mucha razón!! es como un segundo aire renovado y mejor!!
Claro que repetiremos muchas noches más de esas!! jajaja aun quedan muchas cosas por contar :P
TQ
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