Las cosas pasan por algo...
A veces así de predestinado es el bussiness...
Mi primer y único viaje a Las Vegas.
Cirque du Soleil: Zumanity y O. El primero no cumplió mis cachondas expectativas. El segundo, superó las inesperadas.
Zumanity era un sueño que tenía desde el 2003 y que cinco años después se cumplió.
Mi hospedaje fue en un hotel maravilloso.
No jugué en ninguna maquinita, a ambos nos pareció sumamente aburrido. Preferí las tiendas y los outlets. Él sólo cargaba mis bolsas, mis compras.
Es una persona excepcional, una gran persona, un gran hombre.
De lo que sólo a Regina le puede suceder: enfermarse antes del viaje, quedarse dormida, resbalar con una botella para caerse y golpearse de nuevo en esa misma rodilla lastimada, olvidar su dinero, hacer una compra estúpidamente cara, lastimarse su pie izquierdo hasta el punto de cojear y hasta ser agraviada como terrorista de tercer mundo por portar unas velas de gel en el avión recibiendo a cambio una excelente manoseada de una mujer policía tocándole el menudo para encontrar explosivos...
Todo valió por conocernos aún más.
Cuando un par de tauros se encuentran pasa una de dos, o son tremendamente apasionados o no se pueden ni ver. Por suerte sólo es lo primero.
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