—¿Entonces? -me pregunta así de simple, mientras yo sólo volteo a verlo con un claro signo de interrogación en mi rostro.-
—"¿Entonces" qué? -le respondo preguntando.-
—¿Hay huevos o no hay huevos?
Era evidente que el tema de "los huevos" le había obsesionado.
—Claro que los hay -le respondo con una tierna mirada y una sonrisa-.
Me ha demostrado que él sí los tiene.
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