Con las emociones desbordadas, mamáadriana y yo fuimos a desayunar al IHOP, por unos suculentos pancakes. Después, fuimos a Valle Ote. a bobear, lugar donde encontré esa maravillosa libreta, lugar donde sabiamente ella dijo vamos a comprar un billete de lotería... Celi, andamos de suerte, no te imaginas toda la energía que acabamos de mover, este evento no se realiza todos los días y tenemos la suerte de volvermos a ver sobre todo con un motivo tan especial, no tardó en convencerme para comprarlo, junto con el melate.
Después, pasamos a bobear al Sanborns, nos estacionamos en las revistas, porque ella seguiría con su proyecto por lo que necesitaba material. Seguí sus energías y me instalé con ella viendo las imágenes que despertaban bellaza para mis ojos. Cambio de secciones, llegando a la de bodas o novias, en eso, veo la misma revista que había visto el día anterior en Walmart, esa misma que me había gustado tanto y que me había quedado con las ganas de comprármela, por haber visto las fotos de un lugar paradisíaco para celebrar una boda en la playa. Justamente cuando abro esa página, viendo esa foto suena repentinamente el teléfono, viendo que era él quien me llamaba, mismo evento que tomaría como una tercera señal, o sea, ¿por qué o para qué me llama justamente en ese momento? No pudo haber sido un minuto antes o uno después, ¡no, en ese! Es por ello que cuando le contesto lo hago con una sonrisa, para finalmente reirme de la situación.
Mamáadriana me acompañó a lavar el carro, cuando en eso me llama mi hermana para darme la lamentosa noticia de que mi tío Raúl, finalmente, había fallecido. Acompañaríamos más tarde a su familia en las Capillas del Carmen.
Después de Valle Ote. iríamos a la casa a descansar o por lo menos yo, caería una lluvia bondadosa mientras doña Pelos se postraría frente a la puerta abierta para disfrutar de la tarde lluviosa. Esa tarde, mamádriana y yo disfrutaríamos la tarde recortando revistas para en la noche, ir a cenar con Jelipe, Manuel, Nora (mi hermanastra) y su chava.
La noche la terminamos poniendo los cuarzos a curarlos bajo la luna llena que caería esa noche. A la mañana siguiente, mamáadriana partiría de regreso a las Guadalajaras.
domingo, septiembre 14, 2008
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