miércoles, octubre 01, 2008

Chiquis, chiquis, chiq....


Durante la charla dominical salió el tema de las psicos, tanto del vecino como de él, me platicó sus múltiples psicos-seguidoras, el tema se adentra, le confirmé en verdad lo desagradable que puede llegar a ser el ser hostigado cuando una dice "basta". Me contó la mala experiencia de su hermana, ella, aún casada y con una hija, un ex le sigue llamando con el "inocente" pretexto de "sólo quería saludarte" cuando esa frase me volcó en el desagradable recuerdo del chiquis mayor, sí, Rodr... el verdadero innombrable, quien no se puede mencionar su nombre tres veces porque se aparece y en efecto, estoy segura que había vuelto a llamar a las 4 de la mañana pero por mi fortuna había dejado mi teléfono en silencio.

Recién conocí a él me dijo dónde trabajaba, obvié por completo al chiquis, sabía que él había regresado a trabajar a alguna de las tantas agencias Nissan, pero no quise hacer mención, ni para qué. Ese domingo, se tornó un poco incómodo, ya que el karma del señor "él" había reaparecido... la realidad: ellos dos trabajan en la misma oficina, el señor "él" le caga la madre y no lo soporta y aún más ahora que sabe que su novia sigue siendo molestada por ese idiota.

¡Qué suerte la nuestra!

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