Acabo de regresar del cine con mi nena, ya que me invitó a la premier de Vicky Cristina Barcelona, un lío amoroso, al clásico estilo de Woody Allen. No pude controlar la tentación de escribir ya sobre ello.
Me encanta el humor que utiliza Woody Allen en sus películas para exponer no más que la pura realidad en las relaciones humanas y sobre todo, en las relaciones amorosas.
La temática fue perfecta para la ocasión, de estos dos últimos días, ya que en lo particular he tenido vuelco tras vuelco en descubrir que la gente, sobre todo de la que una llega a enamorarse atrás tiempo, utiliza esa máscara para tergiversar la realidad a su fantasía para creérsela y vendérsela a los demás para sepa la madre qué fin.
Como generalmente ocurre en las películas que vamos a ver Rebecca y yo, somos las únicas que se escucha la risa en los momentos de humor negro, esta vez no fue la excepción. Como dijo ella ¿qué onda, parece que tu hermano le contó sobre nosotras o qué? Por momentos, por ratos y por guiones, esa película no fue mas que un espejo para nosotras y la realidad que nos rodea.
Gracias nenita, por invitarme y por seguir siendo unas tragonas egoístas.
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