Boca de profeta

Hace años, finalizando la carrera y trabajando sobre la investigación de la materia de Metodología, durante el trabajo de campo teníamos que sacar unas fotografías, esto siendo en la Basílica, cuando le pregunté a Paty que si quería que le tomara foto a la estatua de San Diego, acto seguido ella soltó una estrondosa carcajada corrigiéndome "no es San Diego burris es Juan Diego" mientras continuaba carcajéandose y uniéndome a ella con mi risa por la gran equivocación dado el cotidiano despiste de Regina.

Años después, yo ya viviendo en las Guadalajaras, esta me dice "¡Reinita, tienes boca de profeta!, hicieron santo a Juan Diego". Esto confirmaba una y repetidas veces más que lo que Regina dice se cumple. A veces este cargo no le gusta a Regina, sobre todo cuando no es para algo bueno y sólo dice las cosas sin pensar.

Ayer durante la comida en el cielo, misma a la que se unió Damián, durante ese tema que sacamos, me acordé y le dije a Rbk que desde hace mucho tengo la intención de subir un post sobre el aburrido, de quien nunca lo registré, acto seguido Rbk me hace una cara de fuchi y sólo le replico "sí nenita, hay que tener registro hasta de lo desagradable" y que en cierta manera trascendió porque hasta tuve testigos de lo sucedido, por lo que mi nenita sólo me dice "es verdad, tienes razón".

Por su puesto, aclarando esto sobre el registro, porque como me dijo ella ayer, que soy "buena historiadora" porque siempre llevo un registro de lo acontecido, además, creo que estos generalmente nos ayudan de alguna manera en algún momento de nuestras vidas y me corroboró que aunque sin título (en verdad sí lo tengo y colgado en casa de mis papás) no puedo matar a nadie ejerciendo mi profesión... nenita, ¿cómo puedo postear esa sonrisa tuya tan irónica después de esta frase?... mi réplica fue que como historiadora, ejerciendo sin título, si acaso, sólo podría matar la memoria de alguno de nuestros héroes (nenita... otra vez esa irónica sonrisa por favor).

Después de tantos años de no mencionar al aburrido, anoche, en el Zacatecas con ella, D y Ch, después de tomarme mi primera cervecita, vi a un tipo que se parecía a él, le comenté a ella y sólo abrió sus ojos como un tecolote, inmeditamente dejamos el tema. Antes de la tercera cerveza me levanté al baño y de regreso voltée a verlo por morbo, sólo para quitarme la duda de si era él o no, porque no estaba segura, sin embargo pude asegurarlo cuando él sí me reconoció, mirándome y levantando sus cejas al mismo tiempo que su cabeza, en señal de saludo hacia mi, acto inmediato: voltée mi vista a otro lado, lo ignoré y seguí mi camino hasta mi silla.

En efecto, confirmé la sospecha del aburrido, sin duda era él.

En estos próximos días, relataré la historia de el aburrido.