Meses de espera y al fin llegó Andrés para deleitarnos con su música. Faltó cerveza en el concierto, me cae que yo sí hubiera estado bien puesta a emborracharme, pero en fin...
Aún estoy cantando sus canciones... estábamos tan cerca de él, quizás no más de 7 metros, tan cerca que como dirían vulgarmente, que hasta se lo podía mamar.
Todo ese viaje empezó desde que partimos de la oficina rumbo a Chili's: Rbk, P, N y J, una cenita de aperitivos y un par de cervecitas para calentar motores. La pinche N nunca dejó de joder ni en el camino, ni en el concierto ni después de este, no se le escapa ninguna a la cabrona, hasta eso me tenía doblada de la risa.
Al entrar al auditorio vi a algunas caras conocidas pero como traía un poco de fiesta, preferí hacer como que no las había visto, qué hueva socializar con gente que no había visto en años; claro, más los que saludé. El Chucho que estaba en la segunda fila y de en medio el muy cabrón.
Fue muy chido verlo, escucharlo, sentir algunas de sus canciones y el como el vato tiene chingo de canciones, no nos pudo complacer a todos.
Fue un excelente lunes y así de excelente inició la semana.
Después vimos un rato al Guarreritas, que por cierto me dio mucho gusto volver a verlo... ya anda en la ciudad así que... ¡¡qué miedo!!
Lo único que llegó a opacar el concierto, fue cuando las nacas de las tipas se subían al escenario a abrazarlo, besarlo y tocarlo cual concierto de Luismi que desviven por ellos.... sí, nacas apestosas, como diría la buen B. La última tipa que se subió al escenario por un momento me dio pena ajena, porque la tipa bien trepada, le dijo con seña al de seguridad como "dame chance", se esperó a que se desocupara Calamaro quien ni la pelaba y después crúzó el escenario y pues ya para no verse tan mal pues la saludó y yo diciéndole a Rbk, ve, ¿y esa naca qué quiere? A lo que ella me responde, es Isabela, (gulp!) mmmm, nada más poniendo en mal a conarte.
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