A otro amigo, mientras trabajaba en su casa un par de malandros se le metieron para robarle, aunque él se dio cuenta cuando ya estaban adentro estos extendieron la mano al bajar las escaleras y se robaron lo que pudieron: una cámara de video que tenía el nacimiento de su última hija.
Hoy, al regresar del trabajo un chavo se atravesó la avenida sin importarle lo que pasaba junto a él, por mero y lo atropellábamos: me frené de golpe y sólo alcancé a ver el gesto de su cara, muy drogado. Aún más cerca llegando a casa un camión se frenó también de golpe porque se le atravesó un hombre, yo, al cruzar la calle volví para ver la cara del señor: también, muy drogado.
Esta situación ya va al extremo, creo que ya entre la maña y olvidar el hambre, acudir a robar y drogarse es muy cotidiano.....qué más puedo decir.
Espero pronto estar cantando la de Julieta Venegas.....
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