Por eso, mejor volvimos a juntarnos y a disfrutar no la carne asada, sino el brontosaurio asado que preparó la Chafa, a.k.a. mi nueva cachorrita, a quien ya la veo mucho mejor y quien al fin ya está en su estado natural: chingando la madre a cada instante. Cervezas, sí y muy ricas. Eso del yoga me aliviana divinamente, me desvelo felizmente y sin resaca. Me gustó volver a reír mucho anoche. Al final, regresar con cuidado a casa, esquivando cualquier vehículo sospechoso, policías y convoyes de soldados y de la marina.
Nota: por cierto, mi informante de noticias quien acaba de pasar a saludarme me contó que ayer, caminando en el centro, se topó con el joto culero literal, ambos se reconocieron y sin embargo ni se saludaron, ¿pues para qué? Asimismo el año pasado o antepasado que fue a las Guadalajaras dice reconoció "la cara regordeta" y "panza de luchador", como esta culera le dice, jajajajajaja, del aguado de mi ex marido; así como se encuentra mucho a su ex, en fin, esta mujer algo trae que siempre le pasan esas cosas.
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