lunes, noviembre 29, 2010

"Y ahí es cuando uno se acuerda de Dios"

Ayer al salir del trabajo, ya para regresar a casa, mi patita veloz ya no estaba rindiendo pero tuve que dar mis últimos esfuerzos para al fin llegar a casa y descansar.
Fue raro, por segundo martes consecutivo me dio el sentimiento sobre mi pie y mi cuerpo y una vez más, el inge, mi dueño, hizo de las suyas para mimarme y sanar mi mente y mi alma.

Tanto anoche como hoy en la mañana, al pisar el clotsh, sentía como cierto músculo del pie se estiraba tanto como si me amenazara a que se rompiera.

Hoy, al llegar al trabajo, estaba La Diabla, creo se llama Mario, un trapetero, quien ya me había visto en alguna ocasión en muletas y quien me dijo hoy,

-¡¿Cómo está?!
-Pues ya un poco mejor, muchas gracias por preguntar.
-¡Híjole! Pues hay que anda con mucho cuidado. Yo hace un tiempo me rompí esta parte de pie y aaaaaaaay, fue muy doloroso, fue un accidente, me cayó la puerta de un camión y ahí es cuando uno se acuerda de Dios, aaaaay cómo dolió aún me acuerdo. Vaya lento, no se apure, porque puede tardar en recuperarse, esos tardan mucho si no se tiene el debido cuidado en el momento.
-Ah claro, ¡muchas gracias por sus recomendaciones!

Y en efecto, todo a su paso, lentamente, otra señal del universo..... está bien, ya capté el mensaje, gracias por reiterármelos.

Ahora, sigo sufriendo las consecuencias de la inmovilidad y el volumen indeseado e inesperado se acumuló, la falta de caminar y el yoga han hecho que subiera una talla.... ya vendrán tiempos mejores.

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