Ajá.
¿Que quise mucho chile? Ajá, también.
También que me cambiaron los síntomas: para casi exactamente el mes, el extremo dolor de bubis se me reemplazó por el de los asquitos, así, esas típicas náuseas que siempre dicen y que creí las había librado, pero no, las muy putas llegaron exactamente al segundo mes.
Que me tragué unas enchiladas y un par de tacos en la Taquería Juárez, que mi hija hizo bien a acompañarme.
Que ahora sólo quiero comer carne y justo hoy me acabo de dar cuenta el por qué: leyendo el libro que me prestó Ana, dice que las náuseas se combaten con el consumo de proteínas y carbohidratos, ahhhhh, eso lo explica todo; por eso hoy me tragué felizmente esa deliciosa hamburguesa del Chili's.
Gracias A por esta vez ser mi cómplice y acompañarme a tragar.
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