martes, enero 23, 2007

Ahhh la chingada.....

Estos días fríos que se sienten en la ciudad no son nada buenos para mi piel ni mi cabello. Debo de tomar mucha agua, de eso estoy consciente, también debo de protegerme de no enfermarme y como bien me enseñó mi madre, debo de bañarme en las noches para no resentir los fuertes cambios de temperatura en mi lindo puerquecito y así no provocar enfriarme y enfermarme.
Pues eso de bañarme en la noche conlleva a que me bañe con agua caliente (igual si fuera en la mañana) y creo que me he estado pasando de temperatura, que al salir de bañarme debo de untarme bien la crema. También debo de secar mi cabello con la secadora porque me resfrío si me duemo con el cabello mojado (comprobado). En la mañana al levantarme para ir al trabajo mi cabello está hecho un desmadre y no quiero mojar mi cabello para hacerme mis ondulados porque me da frío y, hacerme una trenza yo sola me estresa mucho, por lo que opto en planchármelo para que se vea decente y así plancharlo y peinarlo cada dos días para evitar la resequedad y daño en mi cabello seco.
Todo esto del frío es una cadenita de pesares, me acabo de dar cuenta que una parte de mi cutis sufre resequedad, mi cabello está más seco y maltratado que siempre, las puntas están hechas un desastre y abiertas, más bien conocidas como orzuela (que siempre me sonó como cazuela). Ya estuve recortando algunas puntas y me doy cuenta que está muy muy muy maltratado, qué horrorrrrrrrrrrrrrrrrr!!!!!!!! y eso que relativamente me acabo de cortar la mata.
Me urge ponerme mil chingadera y media que venden para brindarle un tratamiento al cabello, porque con el paso que voy la próxima vez que vaya al estilista le voy a decir que me corte lo maltratado y me va a querer rapar.

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