jueves, enero 18, 2007

Paca ya se fue

Sí, ella, como dijo el ceremonista funerario, "se nos adelantó", yo creo que ya iba muy adelante mi abuela Paca, pero se quiso ir porque quiso, ya había vivido su vida, bien o mal pero lo hizo, nos dejó recetas de sus comidas, intrigas, risas, chistes "colorados" de cotorritos y una peculiar personalidad que no olvidaremos.
Para bien suyo ya se fue, para mal de dos de mis tíos, quienes expresaban un rostro compugido. Mi prima Gicho y yo notamos sus rostros y comportamientos, ella me dijo que m tío Pepe, el mayor de los cuatro, si bien, iba a verla cada quince días y mi tío Jaime, el menor, la visitaría cada mes, al igual que su esposa quien tampoco dejaba de llorar. Sabemos que por eso les remordía mucho la conciencia (si acaso la tenía mi tío Pepe), porque no estuvieron con ella y no se ocuparon ni preocuparon ni un tantito, mientras mi tío Chuy y mi papá siempre estuvieron al pendiente de ella hasta su muerte. Al sepultarla levanté mi mirada hacia mi papá y fue la primera vez que vi su rostro enrojecido y limpiándose las lágrimas que pudieran salírsele.
Fue la segunda vez que vi que los cuatro hermanos cargaran el féretro, la primera vez fue hace 18 años cuando el padre de ellos murió. Esta vez fue ayudado por otras dos personas fuertes, mi papá y mis tíos no tienen la misma condición y fuerza que hace 18 años. Entregar a tus papás a la tierra y depositarlos en una fosa es para tener mucho valor.
Tanto en la funeraria como en el panteón me hice muchas preguntas acerca de los duelos que uno lleva y una de mis conclusiones fue que todo se basa en la relación que se llevó con el difunto en vida.
Se que mi prima Francis sufre mucho por su partida, ella la quería mucho y fue la única nieta que se ocupó al 100 de mi abuela desde hace muchos años.
Fue divertido contar con un personaje imprescindible en la vida de mi abuela: Amparo, su prima, a dueto con su hermana Aurora. La frescura y el humor de Amparo a más de sus ochenta años es totalmente envidiable para muchos de nosotros. Amparo le ve siempre lo bueno y divertido a la vida, así es ella de quien dicen que no lo hurtó, que lo heredó de su madre.
Paquita la del barrio, como le gustaba que le dijeran ya se fue y estoy segura que ahora sí vienen los chingazos y peleadera entre familias, qué hueva, lo bueno es que como mi papá no le gusta andar en pedos y es tan racional puede neutralizar las intrigas que se pudieran presentar.
Ahora sí güelita, usted descanse y diviértase en caso de que la fauna Cantú Martínez la empiece a hacer de jamón.

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