Llegó el viernes y con ello las prisas por hacer el prep de la cena del día siguiente. Mamádriana y yo cocinamos la lasagna, limpié la casa y nos preparábamos para salir por las demás compras. Mientras me bañaba, me surgió una excelente idea: como tenía la intención de aventar el ramo al finalizar la sesión de fotos, aluciné que para que nadie se jactara de que no había obtenido el ramo, le daríamos a cada una de las invitadas un ramito, simulando el ramo lanzado, para que todas se llevaran su cachito de la suerte, para ello le grito a mamádriana para contarle mi genial idea (eso dicen, que las mejores ideas surgen cuando una está en la simplicidad y cotidianidad de las cosas), en eso ella llega rápidamente al baño, quizás creyendo que me había sucedido algo quedando paralizada en la puerta viéndome bañar tan agusto con la cortina semi translúcida, sólo pregunta agitada ¡¿qué Celi?! a lo que mi respuesta emocionada le dice ¡se me ocurrió una idea! Pasando los segundos, me llené de vergüenza que se haya quedado horrorizada viéndome desnuda sólo para escuchar mi ideatez.
Después de ello, fuimos a ver las flores, para el ramo que necesitábamos, después ella tenía una cita con una terapeuta y después con Karina, la bruja, para que le leyera las cartas que le harían caersele los calzones.
Mientras ella estaba en terapia, yo estaba escogiendo las flores, misma que me apendejé de que no me las limpiaran de espinas, mismas que me llenarían de chinga casi toda la noche. Al terminar, la sesión con Karina fue... densa: información ya sabida sobre su caracter así como lo que giraba por su vida en ese momento y su futuro próximo.
Después de ello, fuimos con Manuel y Felipe a cenar unos tacos deliciosos y llenadores. Terminaríamos pronto para seguir con los preparativos del día siguiente. Yo limpiaría las rosas de sus espinas mientras mamáadriana plancharía el vestido. Fue una noche muy pero muy cansada. Ya entrada la madrugada, terminamos de hacer los ramitos así como el ramo que acompañaría el ajuar noviero que utilizaría en unas horas más.
La noche fue larga, densa y lindamente catártica.
viernes, septiembre 12, 2008
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