martes, marzo 25, 2008

Semana santa 2008 en Oaxaca (parte 1)

Aunque a veces una planee las cosas no siempre van a salir como se esperan. Para estas vacaciones de semana santa, teníamos un plan a seguir y con ello el plan de evitar chilangos y aglomeraciones en las playas.

El viaje empezaría con la salida de Monterrey a Puebla, conduciendo por un poco más de 15 horas, atravesando del norte al centro sur del país. El plan era quedarnos esa noche a "descansar" en Puebla, habitación previamente reservada, que por cierto, fue en sección de no fumar, misma que Rebeca exasperada me reclamó que por qué la pedí en no fumar, que si no pienso en ella, ni hablar, creo que todas estábamos cansadísimas y reservé mi comentario, así que sólo tomé un buen baño y a jeterame se ha dicho.

Al día siguiente, ya tomaríamos el destino que estaba trazado: Oaxaca. En realidad también fue un lindo reto para mi, sentirme satisfecha por viajar a esas distancias, con buena compañía y con mucha responsabilidad de carga y de orientación.


Oaxaca es maravillosa, llena de música, colores, aromas y un ambiente para recapitular mi vida en silencio, con una sensación un tanto catártica que hasta me vi obligada a expulsarla por sueños. Molotes, quesadillas, memelas, tlayudas, tamales, huevos al gusto y hasta la mentada "torta de huevo" que no supimos muy bien en el momento de lo que se trataba, chocolatito caliente en leche y deliciosas nieves por las que regresaría a comerme un vaso de cada sabor.

Iglesias, ruinas y zonas arqueológicas, artesanos y comerciantes oaxaquitos con su vendimia en la calle y en donde pudieran. Gente alegre, joven, madura y anciana.

Me enamoré de su comida y de sus alebrijes, un arte único, porque así son todas sus piezas: únicas. Podrán parecerse pero se encontrarán detalles que en realidad las hacen piezas únicas.

Cada una de esas noches, tuve sueños que no me esperaba: soñé con el mago, con leías y con mi ex suegra Margarita.

A mitad de semana tuvimos un cambio de planes, ya no iríamos a Zipolite como lo trazado, ahora cambiaríamos de rumbo más hacia el oriente, es decir: Veracruz...



Era algo increíble... Betunia leyendo la como polita durante el viaje...


Faltaba la primera foto del grupo iniciando el viaje... para empezar...

Aquí con Betunia... nunca en mi vida me he visto tan madreada, así me dejó la manejada...




















La belleza de la iglesia de Santo Domingo en la plaza del mismo nombre (foto de día)...

Nos sentamos para descansar un poco del recorrido y las compras, el viento que nos decía que la primavera se acercada era delicioso...

En la iglesia de Santo Domingo... se puede ver que este lugar fue de mis favoritos...

Realmente me sentía agotadísima... se me nota en la postura y la jeta...

Reenergetizándome con la grandeza y sabiduría del Tule...

En Mitla con mi nena...La foto del recuerdo...Adoración fálica a una columna en Mitla... bueno, Betunia no...

Una foto por mí misma (Mitla)...

Fusión, más vien invasión de cultura sobre la "nuestra"...

Divino!!! es un lugar verdaderamente mágico!!...

En.... ¡ay dios! siempre se me olvidan los nombres... ah sí! Monte Albán (gracias Betunia)

Juanito iluminándonos con su sabiduría en el recorrido en Monte Albán...

Aquí es el mejor lugar para la compra de artesanías de barro negro....

En pleno cotorreo frente a la plaza de Santo Domingo... súper chido relaaaax...

Betunia se tomaba la foto pero salí yo...

Bellísima la vista de noche de la iglesia de Santo Domingo en Oaxaca...