miércoles, septiembre 24, 2008

Las catarsis de Adriana (para título de película)


A me regreso de Las Vegas, le mandé un mail a mamádriana para preguntarle por el desaparecido que la bruja le había dicho que iba a aparecer y pues la respuesta fue que nada, casi igual que a Rebecca. Debe de ser eso, ella sólo puede leer los deseos, las intenciones, pero ya no está en nadie más si ellos hacen presencia o no.

Me gustó leerla, me gustó escuchar de Felipe que su viaje le había servido. Le respondí, se conecta un rato en el messenger sólo para decirme que se había tapado la nariz y la boca para no soltar la carcajada cuando estaba leyendo mi correo.

Hoy hablé con ella, me gustó escucharla, saber que le había significado ese viaje, para limpiarse, restaurarse, para enamorarse de ella misma, para descubrir que como una cuando anda cabizbaja, que aún tiene la capacidad de volver a enamorarse. Se reactivó, dijo haberse sentido feliz de haber visto tantos enamorados, Manuel y Felipe, él y yo, Nora y su nuevo amor.

Ya hay nuevos planes, espero volverla a recibir en menos de dos meses. En la cama, me dijo sus sensaciones que por un lado, me llenaron de felicidad y por el otro de melancolía.

Me siento tan feliz de verle feliz. Nunca se lo he dicho ni confesado, pero la verdad es que alejarse de su ex fue la mejor decisión que pudo haber tomado, nunca tragué al fulanete quien siempre me pareció aburrido, un papanatas y mediocre... seguramente tenía virtudes que no competían conmigo.

Te quiero mamá Adriana, mi mejor imagen materna.

Las Vegas y las Nagas: ya nadie me platica


Las cosas pasan por algo...
A veces así de predestinado es el bussiness...

Mi primer y único viaje a Las Vegas.
Cirque du Soleil: Zumanity y O. El primero no cumplió mis cachondas expectativas. El segundo, superó las inesperadas.
Zumanity era un sueño que tenía desde el 2003 y que cinco años después se cumplió.
Mi hospedaje fue en un hotel maravilloso.
No jugué en ninguna maquinita, a ambos nos pareció sumamente aburrido. Preferí las tiendas y los outlets. Él sólo cargaba mis bolsas, mis compras.
Es una persona excepcional, una gran persona, un gran hombre.
De lo que sólo a Regina le puede suceder: enfermarse antes del viaje, quedarse dormida, resbalar con una botella para caerse y golpearse de nuevo en esa misma rodilla lastimada, olvidar su dinero, hacer una compra estúpidamente cara, lastimarse su pie izquierdo hasta el punto de cojear y hasta ser agraviada como terrorista de tercer mundo por portar unas velas de gel en el avión recibiendo a cambio una excelente manoseada de una mujer policía tocándole el menudo para encontrar explosivos...

Todo valió por conocernos aún más.

Cuando un par de tauros se encuentran pasa una de dos, o son tremendamente apasionados o no se pueden ni ver. Por suerte sólo es lo primero.

lunes, septiembre 22, 2008

Huevos... ¿al gusto?


—¿Entonces? -me pregunta así de simple, mientras yo sólo volteo a verlo con un claro signo de interrogación en mi rostro.-
—"¿Entonces" qué? -le respondo preguntando.-
—¿Hay huevos o no hay huevos?

Era evidente que el tema de "los huevos" le había obsesionado.

—Claro que los hay -le respondo con una tierna mirada y una sonrisa-.
Me ha demostrado que él sí los tiene.

miércoles, septiembre 17, 2008

Su novia Polly

Al segundo día de nuestro tan esperado encuentro, a sabiendas que yo misma me hacía llamar Polly, que a ambos nos gusta un tanto esa pelícua y que de alguna manera nos identificamos o con los personajes o las historias, me dice entre pláticas ahhh, entonces no porque tú no eres "mi novia Polly", sin mirarle a los ojos le respondo inmediata y mentalmente porque no me lo has pedido, pero mi voz enmudeció y sólo dijo no, pues no lo soy. Días después me confesó que esa respuesta le había parecido muy sangrona de mi parte sin embargo, después de haberlo pensado mejor, prefirió escuchar esa a la del pensamiento... quién sabe qué hubiera ocurrido, quizás lo que yo no quedría: acelerar las cosas.

Ahora sólo me recuerda con chantaje ese momento para que lo llene de besos.

lunes, septiembre 15, 2008

por cierto...

la idea de la despedida del vestido: venderlo, deshacerse y descargarse de energías guardadas, terminar de cerrar círculos...

Estoy segura que no cualquiera tuviera esa fuerza y valentía de afrontar estos asuntos, me llamaron loca, yo más bien me gusta llamarme creativa y original.

domingo, septiembre 14, 2008

Los rezagos de la despedida del vestido

Con las emociones desbordadas, mamáadriana y yo fuimos a desayunar al IHOP, por unos suculentos pancakes. Después, fuimos a Valle Ote. a bobear, lugar donde encontré esa maravillosa libreta, lugar donde sabiamente ella dijo vamos a comprar un billete de lotería... Celi, andamos de suerte, no te imaginas toda la energía que acabamos de mover, este evento no se realiza todos los días y tenemos la suerte de volvermos a ver sobre todo con un motivo tan especial, no tardó en convencerme para comprarlo, junto con el melate.

Después, pasamos a bobear al Sanborns, nos estacionamos en las revistas, porque ella seguiría con su proyecto por lo que necesitaba material. Seguí sus energías y me instalé con ella viendo las imágenes que despertaban bellaza para mis ojos. Cambio de secciones, llegando a la de bodas o novias, en eso, veo la misma revista que había visto el día anterior en Walmart, esa misma que me había gustado tanto y que me había quedado con las ganas de comprármela, por haber visto las fotos de un lugar paradisíaco para celebrar una boda en la playa. Justamente cuando abro esa página, viendo esa foto suena repentinamente el teléfono, viendo que era él quien me llamaba, mismo evento que tomaría como una tercera señal, o sea, ¿por qué o para qué me llama justamente en ese momento? No pudo haber sido un minuto antes o uno después, ¡no, en ese! Es por ello que cuando le contesto lo hago con una sonrisa, para finalmente reirme de la situación.

Mamáadriana me acompañó a lavar el carro, cuando en eso me llama mi hermana para darme la lamentosa noticia de que mi tío Raúl, finalmente, había fallecido. Acompañaríamos más tarde a su familia en las Capillas del Carmen.

Después de Valle Ote. iríamos a la casa a descansar o por lo menos yo, caería una lluvia bondadosa mientras doña Pelos se postraría frente a la puerta abierta para disfrutar de la tarde lluviosa. Esa tarde, mamádriana y yo disfrutaríamos la tarde recortando revistas para en la noche, ir a cenar con Jelipe, Manuel, Nora (mi hermanastra) y su chava.

La noche la terminamos poniendo los cuarzos a curarlos bajo la luna llena que caería esa noche. A la mañana siguiente, mamáadriana partiría de regreso a las Guadalajaras.

sábado, septiembre 13, 2008

La despedida del vestido: parte 3

La mañana inició rápida, para mamáadriana y yo estar levantadas y bañadas. Desayunaríamos en un Vips camino a la estética de Pedro, para que nos peinara para tan esperado evento. Como el tiempo era holgado, decidimos terminar algunas compras que faltaban para el festejo, así que con la calma del tiempo, entramos al Walmart para relajarnos. Dentro, vi una revista de bodas, quízás parte del tema que trataríamos esa tarde, por lo que me encantó algunas ideas sobre boda en playa que se veían very nice. Mamáadriana compró algunas revistas para su proyecto de visualización creativa... ¿visualización creativa? ¡¿Qué diantres es eso?! Pues según me explicó es una forma de visualizar tus sueños y proyectos, para que de alguna forma tu cerebro esté captando frecuentemente ese mensaje y se lleguen a realizar. Los hay de varios modos -me explicó-, como por ejemplo mi hermana lo hace en un álbum, una amiga, lo tiene en una pequeña libreta que carga con ella a todo lados, otra lo hace en esas libretas grandes de dibujo, Felipe lo tiene en un pizarrón de corcho y así, cada quien lo acomoda de acuerdo a sus preferencias, me dijo. Me gustó mucho la idea que quise aplicarlo.

Llegamos con Pedro y entre risas, entre él y Nora, me hicieron un hermoso peinado, justo y tal como yo lo quería, quizás hasta un poco mejor. A mamáadriana la peinaron con un alaciado perfecto porque no quería irse pandrosa. De ella he aprendido muchas cosas, entre ellas, como eso de merecernos muchas cosas darnos esos pequeños lujitos que lo valemos.

Finalizando, fuimos por el pastel y al lado había una tienda con artículos para fiesta que eran muy lindas... ¡lo sabía! Mamádriana quería entrar y me convenció en adquirir algunos productos, con el pretexto que era una ocasión muy especial y así lo era. Compramos platitos bonitos, servilletas lindas, femeninas y vistosas, así como cubiertos de plástico en color rosa.
El tiempo era corto, por lo que faltaban algunos pocos detalles como comprar las flores que adornarían mi peinado, con el tiempo encima pero todo salió de maravilla.

Como nunca, mi maquillaje quedó divino, lo más impresionante era que yo misma me lo había hecho, le dediqué entusiasmo y quedé linda. Las invitadas iban llegando una por una, poco a poco. Me dio gusto verlas a cada una de ellas, que estuvieran conmigo y demostrándome su incondicional amistad.


Una lluvia caería y teníamos que apresurar el paso, por lo que una vez casi todas reunidas, inicaríamos el ritual de vestir a la novia, así que me trepé a la cama mientras cada una de ellas se encaragaría de una tarea específica: en bata de baño me vistieron primero con la faldilla, la cual mamádriana haría los ajustes necesarios, después, vendría la parte más divertida y linda del momento, meterme dentro del vestido, estaba un tanto nerviosa y preparada psicológicamente de que no entraría a este ya que el jueves por la noche no entraba sin embargo no se de qué manera lo metieron y yo estaba completamente sorprendida de que entrara, mamádriana y yo sospechamos que quizás fue la plancha de vapor lo que hizo que la tela se volviera más noble y expansiva por lo que entró a la perfección sin tener que sostener mi respiración ni con el miedo de que se rompiera (además, sospecho con el pecho y calculo con el pie derecho que además que por el calor, las cervezas y la tragadera me hinché como sapo la noche del jueves, por lo que no había entrado), yo sólo reía y disfrutaba del momento mientras todas y cada una de ellas se resolvían para que quedara perfecto, subirlo, cerrarlo, en eso, dando los ajustes finales, vestida, suena mi cel, veo que era él quien me llamaba, una segunda señal. Regina vestida de novia y el novio llamándole justo en ese preciso momento, no antes, no después, en ese.

Parecía que arreciaría la lluvia, pero terminó. Salimos de prisa antes que la luz natural del sol nos quitara ese privilegio. Todas y cada una de ellas eran comisionadas: mi hermana tomaría las fotos, mamáadriana sería la organizadora oficial, Karluka (la origi) llevaría mis aretes, Mary-c mi celular y las llaves del departamento y la hija sería el chofer oficial. Con una revisión previa, nos cersioramos que no hubieran vecinos metiches y por fortuna por primera vez no estaban a la vista, entro a la camioneta de la hija para dirigirnos al primer destino: valle oriente. Ahí haríamos las primeras tomas, de la cauda, Celina payaseando, coqueteando, jugando y todo loque se pudiera.





Segundo destino: el puente atirantado. Allí fue super divertido, ya que correríamos hacia el camellón cuando no pasaran los carros, además, no faltaba el wey que pitaba con la costumbre de ver a una mujer disfrazada de vestido blanco. El tiempo se iba y la luz también.


Tercer y último destino: la Carmen Romano. Ahí, el espíritu del compañerismo se había fragmentado, quedando algunas aliadas a las últimas tomas fotográficas, mismas que nos las tomamos todas las cómplices juntas para el recuerdo. Al finalizar, me treparía a una banquita para aventarles el ramo, que Paola, que por ahí me contaron por andar de malvibrosa dijo "Ay pues a quien le caiga tendrá mala suerte en no tener novio porque esta novia ni novio tiene" y por andar de hocicona, supe que la primera vez que lo lancé le cayó a ella y se hizo a un lado y la segunda ocasión no tuvo más remedio que tomarlo... ni modo, que ella no supiera que la novia en realidad sí tenía novio, no era mi problema.


Regresamos a casa con la decisión de celebrar cada quien sus despedidas, ya que esa fiesta no sólo era mía, sino para todas, para despedirnos de cargas energéticas chingativas, despedirnos de lo que guardamos sin necesitarlo pero sobre todo, para dar la bienvenida a las cosas buenas que están esperando a ser recibidas por cada una de nosotras. Quizás me llamarán loca, prefiero autonombrarme original, creativa, voluntariosa a desprenderme de objetos enraizados.

Mamáadriana me ayudó a quitarme el vestido que con tantas ganas me vistieron, ella se encargó de colgarlo para que no se maltratara mientras yo me ponía ropa cómoda. Servimos un entremés y la cena: una deliciosa ensalada y lasagna. De postre, pastel dueto del Panyoli.

Esa noche la disfruté con mis amigas, mis incondicionales amigas que apoyan esta clase de iniciativas de Celina. De recuerdo y agradecimiento, les entregué un pequeño ramo de rosas, como parte de "premio de consolación" a las que no les tocó el ramo.

Al irse las últimas de mis cómplices, mamáadriana y yo decidimos hacer la quema de nuestros respectivos fantasmas, ya que hacía unas semanas me había encontrado con las cartas que leías me había escrito de su puño y letra, vestigios de su "sincero y único amor verdadero" hacia mi, recordándome que al verme por primera vez sabía que yo era la mujer de su vida sin olvidar esa primera vez que me conoció y que se fundió en mis ojos, debajo de esa luz mercurial... todas y más testimonios mudos, quedaron hechos cenizas.

Recordé que en esta fecha, hacía dos años justamente fue cuando conocí al mago, cuando leías, lo que nunca, por primera vez tenía la urgencia de hacer algo rápido: recoger sus cosas. Mago: claro que me acordé de esa fecha y gracias por haber sido espectador de esta fiesta de viejas locas.

Como mi huésped es una mujer frenética del orden, limpiamos tan rápido como pudimos para al día siguiente empezar un nuevo día.

viernes, septiembre 12, 2008

La despedida del vestido: parte 2

Llegó el viernes y con ello las prisas por hacer el prep de la cena del día siguiente. Mamádriana y yo cocinamos la lasagna, limpié la casa y nos preparábamos para salir por las demás compras. Mientras me bañaba, me surgió una excelente idea: como tenía la intención de aventar el ramo al finalizar la sesión de fotos, aluciné que para que nadie se jactara de que no había obtenido el ramo, le daríamos a cada una de las invitadas un ramito, simulando el ramo lanzado, para que todas se llevaran su cachito de la suerte, para ello le grito a mamádriana para contarle mi genial idea (eso dicen, que las mejores ideas surgen cuando una está en la simplicidad y cotidianidad de las cosas), en eso ella llega rápidamente al baño, quizás creyendo que me había sucedido algo quedando paralizada en la puerta viéndome bañar tan agusto con la cortina semi translúcida, sólo pregunta agitada ¡¿qué Celi?! a lo que mi respuesta emocionada le dice ¡se me ocurrió una idea! Pasando los segundos, me llené de vergüenza que se haya quedado horrorizada viéndome desnuda sólo para escuchar mi ideatez.

Después de ello, fuimos a ver las flores, para el ramo que necesitábamos, después ella tenía una cita con una terapeuta y después con Karina, la bruja, para que le leyera las cartas que le harían caersele los calzones.

Mientras ella estaba en terapia, yo estaba escogiendo las flores, misma que me apendejé de que no me las limpiaran de espinas, mismas que me llenarían de chinga casi toda la noche. Al terminar, la sesión con Karina fue... densa: información ya sabida sobre su caracter así como lo que giraba por su vida en ese momento y su futuro próximo.

Después de ello, fuimos con Manuel y Felipe a cenar unos tacos deliciosos y llenadores. Terminaríamos pronto para seguir con los preparativos del día siguiente. Yo limpiaría las rosas de sus espinas mientras mamáadriana plancharía el vestido. Fue una noche muy pero muy cansada. Ya entrada la madrugada, terminamos de hacer los ramitos así como el ramo que acompañaría el ajuar noviero que utilizaría en unas horas más.

La noche fue larga, densa y lindamente catártica.

jueves, septiembre 11, 2008

La despedida del vestido: parte 1

El fin de semana empezó exhausto, desde la llegada de mamádriana, quien traería mi vestido nuevo directamente desde la tienda en Guadalajara, recoger la plancha para planchar el vestido, la llamada de doña Martha en su disfraz de madrecuestionanteinquisidora que sólo quería intimidar aunque en mí sólo consiguí una rabieta y la baja producción de respeto hacia ella.

Hicimos las compras para la cena de ese día tan... catártico. A la mera hora decidí que era una digna fiesta para celebrar, brindar, que todas nos merecíamos una buena cena, una fina reunión, por lo que hicimos el ritual de los preparativos. Esa noche el hambre era canija, por lo que nos embutimos un paquete de salchichas cocteleras, queso crema con galletas y cervezas, mismas que sospecho fueron las causantes...

Al calor de la emoción, sólo me dice, Celi ¿y si te probamos el vestido? Mi risa sonó fuerte y nerviosa. Está bien, le respondí. El vestido venía en una caja del tamaño de una caja de pizza, lo cual me asustó creyendo que no era el vestido correcto, ¡¿por qué en una caja tan pequeña?! Al sacarlo, en efecto, era el mismo vestido, el cual dudé en entrar. Al probármelo, era verdad, ¡no me quedaba!, fue un momento tan penoso, frustrante y de pánico, no podía creerlo. Justo cuando estaba tratando de respirar con el intento de no romper el vestido y trepada en lo alto de mi cama, mi teléfono comenzó a timbrar, por lo que le pedí que de favor me lo pasara. Fue como una señal, una primera señal, estaba yo vestida de novia mientras el novio llamaba y hablaba con él, al otro lado del teléfono. Sentí un revolcadero en mis entrañas. Él escuchaba mi respiración agitada, preguntó que qué hacía.... la verdad era vergonzosa...

lunes, septiembre 08, 2008

"Gracias a Dios!"


"Primera quincena de septiembre, estarás cerrando círculos para estar abriendo otro nuevo [...] Recibirás sorpresas."

Me llegan esas palabras de Ana, cuando qué razón tenía, el 1 de septiembre, curiosamente, tuve la certeza de haber cerrado al fin el círculo, malestar que había durado quizás hasta más de los dos años reglamentarios.

Ana wasn't wrong.

Me siento inmensamente cursi y feliz de estar abriendo uno nuevo.

¡Felicidades a mi!